Sobre nosotros

CONOZCA BRIGHTMOOR

1942

MISIÓN

Alcanzar a los perdidos, discipular a los encontrados

Brightmoor tiene una rica herencia desde sus humildes comienzos. Nuestras raíces se remontan al año 1926, cuando Alonzo Bates y su esposa, Zula, comenzaron la iglesia en el segundo piso de una sala de billar en el centro de Redford. La iglesia celebró grandes reuniones en tiendas de campaña llenas de gente que entregaba su corazón al Señor. Brightmoor se estableció y creció bajo el liderazgo del pastor Alonzo Bates. Después de su temprana y repentina muerte, fue Zula Bates quien se convirtió en el pilar de fortaleza para continuar la visión que Dios le había dado a Alonzo para nuestra iglesia. A través de su arduo trabajo, fe, sacrificio e inquebrantable dedicación, vio a la iglesia sobrevivir y, finalmente, prosperar.

En 1933, el Rev. Bond Bowman se sintió llamado a la edad de 23 años para pastorear una iglesia en Detroit, y permaneció como pastor de Brightmoor durante 43 años. En 1976, Tom Trask lo sucedió como pastor, y permaneció hasta 1988, cuando fue elegido Tesorero General de las Asambleas de Dios. Brightmoor tuvo el honor de tener otros pastores principales hasta que nuestro actual pastor principal, Jamie Kjos, fue elegido en agosto de 2005. El liderazgo de Brightmoor ha sido favorecido y bendecido durante los últimos 98 años.

Desde el distrito de Brightmoor… hasta Southfield… hasta Novi… Brightmoor ha sido un faro de esperanza para las personas que viven en las comunidades circundantes y más allá del área metropolitana de Detroit.

VALORES FUNDAMENTALES

1. Personas

Nos esforzamos por crear un ambiente familiar donde solteros, casados y personas de todas las edades y razas puedan elegir pertenecer.

Juan 13:34-35, 1 Corintios 13, Gálatas 3:26-28

2. Enseñanza bíblica

Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son verbalmente inspiradas por Dios y son la revelación de Dios al hombre, la regla infalible y autoritaria de fe y conducta. Nuestra iglesia debe ser culturalmente relevante sin dejar de ser doctrinalmente sólida. La cultura se ajusta a la enseñanza bíblica.

1 Tesalonicenses 2:13, 2 Timoteo 3:15-17, 2 Pedro 1:21

3. Excelencia

Creemos que la excelencia honra a Dios e inspira a las personas.

Gálatas 6:9-10, Colosenses 3:23

4. Alcanzar a los perdidos

Creemos que las personas perdidas le importan a Dios y, por lo tanto, le importan a nuestra iglesia.

Mateo 18:14, Lucas 5:30–32, Lucas 15

5. Discipulado

Creemos que la transformación continua de la vida ocurre mejor en comunidad.

Lucas 6:12–13, Hechos 2:44–47, 1 Timoteo 4:7-8

6. Generosidad

Nuestra iglesia debe vivir como una comunidad unificada de siervos, donde todos administren sus dones espirituales.

Salmo 133:1, Malaquías 3:10, Mateo 6:19-21, Romanos 12, 1 Corintios 12, 1 Corintios 14, Efesios 4

7. Próxima generación

Nuestra iglesia está comprometida a influir en la próxima generación, sabiendo que nuestros sueños son más grandes que nuestros recuerdos. A medida que la próxima generación crezca, los equiparemos para que maduren espiritual, mental y emocionalmente. Al hacer esto, la iglesia nos sobrevivirá.

Deuteronomio 4:9, Jueces 2:10, 1 Timoteo 4:12

8. Desarrollar líderes

Creemos que nuestra iglesia debe ser dirigida por personas con dones de liderazgo dados por Dios. Nuestra responsabilidad es descubrir y desarrollar a los líderes actuales y futuros de nuestra iglesia.

Nehemías 1, Nehemías 2, Hechos 6:2-5, Romanos 12:8, 1 Corintios 11:1, 2 Timoteo 2:2

LO QUE CREEMOS

Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios. Es precisa, autoritaria y aplicable a nuestra vida cotidiana.

Creemos en un Dios eterno que es el Creador de todas las cosas. Él existe en tres Personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Él es totalmente amoroso y completamente santo. El Señor Jesucristo es tanto Dios como hombre y es el único que puede reconciliarnos con Dios. Cada vez que participamos de la comunión, recordamos que Jesús vivió una vida sin pecado y ejemplar, murió en la cruz en nuestro lugar y resucitó para demostrar Su victoria y capacitarnos para la vida.

Creemos que el pecado nos ha separado a cada uno de nosotros de Dios y de Su propósito para nuestras vidas. Para recibir el perdón, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer en Jesucristo y someternos a Su voluntad para nuestras vidas. Dios quiere sanarnos y transformarnos para que podamos vivir vidas saludables y poderosas con el fin de ayudar a otros de manera más efectiva. Para vivir las vidas santas, fructíferas y llenas de poder que Dios quiere para nosotros, necesitamos ser bautizados en agua, fijar nuestra mente en Él y Su propósito, y ser llenos del poder del Espíritu Santo.

Creemos que Dios nos ha equipado individualmente y nos ha reunido corporativamente como Su cuerpo vivo. Hacemos esto para que podamos lograr con éxito Su propósito para nuestras vidas, que es adorar a Dios, fortalecer la Iglesia y compartir el Evangelio con la comunidad en la que vivimos.

Creemos que el Señor Jesucristo volverá de nuevo como lo prometió y gobernará y reinará en esta tierra. La historia concluirá cuando los malvados sean juzgados y los justos entren en un cielo nuevo y una tierra nueva.

NUESTROS PASTORES